Blogger Template by Blogcrowds.

Contar la Historia

Estás, te subiste al colectivo a las tres y media, sonreíste al chofer y te sentaste en un asiento vacío al lado de un chico. Le rozaste el brazo dos veces, supongo que te pareció interesante ese contacto casual, tan poético, tan fácil de escribir. Y la media hora del viaje se te pasó entre esos pensamientos, sí, vos decís que no te acordás pero fue así.
Al bajar me viste sentado de espaldas en el bar, y fingiste que no era, que el corazón no se te había parado; te fuiste así nomás, como si no hubieras sabido que había llegado a la ciudad.
Pero yo me di vuelta y te alcancé a ver. Como un imbécil te seguí corriendo, casi me pisa un auto al cruzar la calle, y llegué hasta vos justo antes que entraras al edificio. Entonces te diste vuelta –no antes de escucharme jadear al lado tuyo- y me miraste como si no me hubieses visto en siglos, como si no hubieras esperado verme, como si no hubieras sabido que había llegado a la ciudad.
- Hola –alcancé a decir, a falta de alguna otra palabra para expresar todo lo que pasaba en ese momento.
- Hola –respondiste e intentaste sonreír, lo juro, te vi intentar una sonrisa, como si todavía pudieras fingir que todo está bien como si la noche en que me gritaste no hubiera pasado como si no me hubieses dicho, entre llantos e hipidos:
- Te Amo, te Amo –
ni hubieras roto luego las botellas con los nudillos contra el suelo.
Estás, me miraste con esa cara de nada, de qué increíble es verte de nuevo, como si no hubieras ido esa tarde a verlo a él para que te ayudara, a pedirle sin decirlo que se enamorara de vos, diciéndole nada, seduciéndolo con los ojos, estoy seguro. Me miraste de ese modo tan lejano, tan extraño, intentaste sonreír incluso, hija de puta, como les sonreíste a los dos, a todos, a todos los que pasaban frente a tu cara, para ver si había alguien más a quien pudieses chuparle la vida y dejarlo tirado.
- Te Amo –
y empezaste a llorar como yo debí haber llorado, como nosotros debimos. Pero no, esa vez fuiste vos, como siempre vos, llorás y después hacés cosas como la del colectivo o vas a y lo besás de nuevo con la excusa de que te estás despidiendo para siempre.
Estás acá, adelante mío, y sé que hoy mismo antes de venir pensaste y te sonreíste mientras desayunabas con que ibas a verme, y yo te iba a perdonar como siempre. Pero –qué hija de puta- cuando viste que corría atrás tuyo no pudiste con la alegría y te sonreíste, no pudiste empezar a llorar así nomás; me viste en los ojos la rabia, sabías que una lágrima más no iba a servir para nada. Así que hiciste un asomo de sonrisa, pretendiendo que no había pasado nada, que no me habías dicho
- Sos el Amor de mi vida –y unos días después fuiste a besuquearte con aquel otro, a engancharlo para matarlo también, y esta vez sin palabras de amor, solamente un beso y un par de miradas te bastaron, cómo si eso no tuviera que significar nada, como si no supieras que él se iba a enamorar.
Y estás acá conmigo, parece increíble que todavía no admitas las cosas que pasaron. Que sigas diciendo que es mentira, como si no supiéramos ya todos acerca de tu histeria y tus mentiras. Como si no fuera evidente para todos que estás acá y me mirás nada más porque te encanta que te haya perseguido, que sino lo hubiera hecho hubieses montado alguna de tus escenas dramáticas, vos no me creés, pero es cierto. Todos podemos ver mejor que vos cómo fue la historia, la historia que te trajo hasta acá, adelante mío, mirándome como si no hubieras ido ese día a cortarte la piel ante mis ojos para que viera cómo te había hecho sufrir, como si no te dieras cuenta que cada vez entendés menos de la historia ésta, como si no supieras que tenemos razón, la historia es como te la cuento, recién en el colectivo hiciste de nuevo lo que tanto nos costó a todos, lo hacés siempre…

3 comentarios:

Saludos.

Se me ocurre que sería interesante que, teniendo en cuenta que podes emular nuestro viejo discurso a la perfección, llevaras este texto un paso más allá, y expusieras en él también el tuyo, no para que la gente escoja lados (eso es desagradable, innecesario y denota mucha caradurez (e inmadurez)) sino para que la historia quede completa y pueda ser leida y absorbida como tal (es decir, completa). Sinceramente creo que, a excepción de las partes íntegramente involucradas, nadie debería meter sus narices en esto mucho más allá de decir lo que se piensa y, acto seguido, mandarse a guardar.
Ya me he desahogado, a fuerza de insultos y recriminaciones, de mi participación en esto... no guardo rencor y soy ya uno más del grupo de los que no deben inmiscuirse, por lo que acataré mi propia premisa... por esta vez, espero que los demás hagan lo mismo.

6:24 PM  

Juani: Realmente agradezco que te hayas molestado en escribir todo eso, a pesar que la mayor parte ya me lo habías dicho. Es un lindo gesto.
De todos modos, no puedo tomar tu sugerencia acerca de incluir mi discurso. Este blog es para escribir cuentos, no para solucionar cuestiones políticas. Y, la verdad, a pesar que la situación sea la que engendró este cuento en mí, no engendró otros. Esto es, no puedo decir mi discurso de un modo literario, o con un fin que no sea en sí mismo decirlo. "No sé si he sido clar(a)"; como sea... muchas gracias. Mi discurso quedará en la nada... o para una autobiografía que haga cuando las cosas estén más frías.
Además, pensá: nadie lee este blog. Quedéte pensando en eso un rato :P... nos vemos...

7:47 PM  

"Sigo acá, híbrida de mí y la muerte" increíble...
no hay dudas q estudias letras clásicas

6:57 PM  

Newer Post Older Post Home